Cirugía Pediátrica y Oncológica Pediátrica
Dra Sofia Brenes Guzmán






En la cirugía oncológica pediátrica, cada minuto cuenta. Nuestro equipo está capacitado para diagnosticar, descartar o tratar oportunamente cualquier sospecha de cáncer infantil. No dejes pasar señales importantes: una evaluación a tiempo con el especialista adecuado puede cambiarlo todo.
Nuestra formación
¿Quién atiende a mi hijo?


Formación Académica
Medico Cirujano y Partero
Universidad Autónoma de Chihuahua
Pediatría Médica
Universidad Autónoma de Chihuahua, Hospital Infantil de Especialidades de Chihuahua
Cirugía Pediátrica
Universidad Nacional Autónoma de México, Centro Médico Nacional, Hospital Siglo XXI, IMSS
Certificación por el Consejo Mexicano de Cirugía Pediátrica.
Primer lugar nacional de egresados del Instituto Mexicano del seguro social (2023).
Cirugía Oncológica Pediátrica
Universidad Nacional Autónoma de México, Centro Médico Nacional, Hospital La Raza, IMSS
Certificación por el Consejo Mexicano de Oncología.
Para convertirse en cirujano oncólogo pediatra, se comienza con la carrera de medicina, seguida por una especialización en pediatría de 2 a 3 años. Luego, se realiza una formación en cirugía pediátrica de 4 años, y finalmente, 2 años de especialización en cirugía oncológica pediátrica. En México, solo se forman entre 3 y 5 cirujanos oncólogos pediatras al año.






Esto representa una atencion para tu paciente respaldada por mas de 16 años de estudios universitarios!
¿Qué hace y cómo trabaja un cirujano oncólogo pediatra?
El cirujano oncólogo pediatra se encarga del manejo quirúrgico de tumores, tanto benignos como malignos, en diferentes áreas del cuerpo, como el abdomen, la pelvis, el tórax, el mediastino, la cabeza, el cuello y los tejidos blandos.
Su principal objetivo es realizar resecciones o manejo de tumores con la intención de curar al paciente.
Trabajamos en equipo junto al oncologó médico, pediatra, radiólogo, nutrición, enfermería y patología, coordinando la atención de tu niño durante su tratamiento, siempre con el apoyo e involucro activo de la familia.
El objetivo es asegurar que el paciente reciba su tratamiento oncológico en el momento adecuado.
También se encargan de colocar dispositivos para facilitar el tratamiento o realizar cirugías paliativas para mejorar la calidad de vida del niño. Nuestro compromiso siempre es dar el mejor esfuerzo para ayudar a los niños y sus familias.
Una sospecha no debe esperar.
Tratamos el cáncer infantil, pero también damos tranquilidad cuando no lo es. Nuestro enfoque combina diagnóstico certero, intervenciones oportunas y un acompañamiento humano. Si hay dudas, lo mejor es resolverlas con quien tiene la preparación para hacerlo.




¿Cómo te puedo ayudar?
Conoce algunas de las diferentes condiciones en las que me especializo
Tumores renales


Los tumores renales en pediatría son poco comunes, pero pueden presentarse durante los primeros años de vida. Uno de los signos más frecuentes es una masa abdominal, acompañada a veces de dolor, fiebre o sangre en la orina.
El nefroblastoma o tumor de Wilms es el más común en niños pequeños, especialmente antes de los 5 años. Suele tratarse con cirugía, quimioterapia y, en algunos casos, radioterapia. Con un diagnóstico temprano, el pronóstico suele ser muy favorable.
El neuroblastoma, aunque se origina en las glándulas suprarrenales sobre los riñones, también puede afectar esta zona. Es un tumor más agresivo, y su tratamiento depende del grado de avance y la edad del niño.
Es importante no pasar por alto cualquier "bulto" abdominal en tu hijo/a, el pronostico de estas enfermedades depende directamente de una atención oportuna!
Tumores Hepáticos


Los tumores hepáticos en niños son poco frecuentes, pero pueden aparecer durante la infancia, especialmente en los primeros años de vida. Algunos síntomas pueden incluir una masa o hinchazón abdominal, dolor en el abdomen, pérdida de peso o falta de apetito.
El hepatoblastoma es el tumor maligno de hígado más común en niños, especialmente en menores de 3 años. Aunque su causa exacta no siempre se conoce, algunos factores genéticos pueden estar relacionados. El tratamiento suele incluir cirugía para remover el tumor y quimioterapia, con buenos resultados si se detecta a tiempo.
Existen otros tumores hepáticos como el hepatocarcinoma, más frecuente en niños mayores, y algunos tumores benignos que también pueden causar síntomas por su tamaño. Ante cualquier sospecha, es importante consultar al Cirujano oncólogo pediatra para una evaluación adecuada.
Tumores en piel tejidos blandos


Los tumores de tejidos blandos en pediatría se desarrollan en músculos, grasa, vasos sanguíneos o tejido conectivo. Aunque escuchar la palabra “tumor” puede generar preocupación, no todos son malignos. De hecho, muchos de estos tumores son benignos y no representan un riesgo grave para la salud.
Algunos ejemplos comunes de tumores benignos en niños incluyen el lipoma, que es un bulto blando de grasa bajo la piel, y el pilomatrixoma, un pequeño nódulo firme que se forma a partir de células del folículo piloso. Ambos suelen crecer lentamente y rara vez causan complicaciones.
También existen tumores malignos como el rabdomiosarcoma, que es el más frecuente dentro de esta categoría. Este tipo requiere tratamiento especializado, pero es importante recordar que la mayoría de los bultos en tejidos blandos en los niños no son cancerosos. Ante cualquier duda, lo ideal es consultar especialista para una evaluación adecuada.
El cirujano oncólogo pediatra es el medico con mayor pericia para identificar aquellos benignos de los malignos, y en cualquier caso realizar el tratamiento adecuado!
Además ofrecemos atención en cirugia pediátrica general y laparoscópica
Consulta las diferentes patologías en las que nos especializamos.