Hábitos Miccionales

¿Qué son y para que sirven?

Los hábitos miccionales son las rutinas y comportamientos relacionados con la forma en que los niños van al baño a hacer pipí. Establecer buenos hábitos desde una edad temprana es fundamental para prevenir infecciones urinarias, escapes involuntarios de orina y otros problemas en las vías urinarias.

En muchos casos, corregir estos hábitos representa la parte más importante del tratamiento, especialmente en niños con disfunción urinaria o dificultad para controlar la vejiga.

Este enfoque forma parte de lo que se conoce como uroterapia, un tratamiento integral que no utiliza medicamentos, sino estrategias educativas y de modificación de conducta. La uroterapia es llevada a cabo por un uroterapeuta, quien guía al niño y a sus padres durante el proceso.

El uroterapeuta diseña un plan de tratamiento personalizado, entrena al niño para mejorar sus hábitos miccionales y de evacuación, y mantiene un contacto frecuente con la familia para dar seguimiento y motivación.

Frecuencia...

Una recomendación importante dentro de los hábitos miccionales saludables es no aguantarse las ganas de orinar. En general, se aconseja que los niños vayan al baño cada 3 horas durante el día, incluso si no sienten muchas ganas.

Esto ayuda a que la vejiga se vacíe con regularidad, evita que se sobreestire y reduce el riesgo de infecciones o escapes de orina. Crear este hábito como parte de la rutina diaria (por ejemplo, al despertar, después de cada comida, antes de salir de casa y antes de dormir) es una forma efectiva de mantener una vejiga sana

¡No te aguantes para ir al baño!

🚽 ¿Cuál es la postura correcta para que las niñas orinen?

Una buena postura al orinar es esencial para que la vejiga se vacíe por completo y se eviten infecciones o molestias. En el caso de las niñas, se recomienda seguir los siguientes puntos:

  • Sentarse bien en el inodoro, con la espalda recta y el cuerpo relajado.

  • Los pies deben estar completamente apoyados en el piso. Si el inodoro es alto o la niña es pequeña, es importante usar un banquito para que sus plantas toquen una superficie firme.

  • Las piernas deben estar abiertas, sin apretar los muslos, para que el chorro de orina salga libremente y sin desviaciones.

  • Después de orinar, limpiarse de adelante hacia atrás (de la vulva hacia el ano) para evitar que bacterias del recto lleguen a la zona genital.

  • Usar un atomizador con agua limpia para enjuagar los restos de papel o gotas de orina. Esto ayuda a mantener la piel limpia y a reducir el riesgo de infecciones.

  • Crear estos hábitos desde pequeñas forma parte del cuidado de la salud urinaria y previene muchas molestias a futuro.

Y en varones...

Durante la infancia, es importante fomentar buenos hábitos miccionales. En el caso de los varones, se recomienda que los niños aprendan a retraer suavemente su prepucio al orinar, siempre sin forzar ni causar dolor. Después de la micción, deben limpiar con agua (idealmente) y volver a colocar el prepucio en su posición original.

Es fundamental no intentar una retracción completa si el prepucio aún no lo permite. Si el glande no se descubre por completo (una condición conocida como fimosis), solo se debe retraer hasta donde sea posible sin causar molestia. Recuerda: la fimosis es una característica normal en los primeros años de vida y, en la mayoría de los casos, se resuelve de forma natural con el crecimiento.

Enseñar estos cuidados desde temprana edad ayuda a prevenir infecciones y fomenta una adecuada higiene íntima

Tomar suficiente agua:

Una hidratación adecuada es fundamental para el buen funcionamiento del tracto urinario. Se recomienda que los niños consuman agua a lo largo del día, preferentemente en horarios distribuidos, y no solamente cuando tengan sed.

¿Cómo fomentar una buena ingesta?

  • Ofrécele agua al despertar, antes y después de cada comida, y durante las actividades físicas.

  • Evita bebidas azucaradas o jugos como fuente principal de líquidos.

  • La orina debe ser clara o amarillo muy claro; si es muy amarilla o tiene olor fuerte, probablemente necesita más agua.

Cantidad aproximada diaria según la edad:

  • De 1 a 3 años: 1 litro

  • De 4 a 8 años: 1.2 a 1.5 litros

  • Mayores de 9 años: 1.5 a 2 litros, según actividad física y clima

Una hidratación adecuada favorece una vejiga saludable, ayuda a prevenir infecciones urinarias, y mejora el vaciamiento vesical.

Urología Pediátrica

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